jueves, 2 de octubre de 2008

Control de Lectura de Gestión Educativa

HACIA LA CONSTRUCCION DEL CONCEPTO DE LA GESTION EDUCATIVA

Rafael Sánchez Avilés, Guadalupe Mora Tufiño, J. Carlos T. Pérez Vélez
Mayo 21, 2001,UPN.

GENESIS DE UNA CONCEPTUALIZACIÓN.
El tema central de este artículo es el de la Gestión, por lo que de inicio señala la diferencia que existe entre este concepto y el de Administración.

Las bases filosóficas del termino GESTION tienen su origen desde la era moderna (Descartes, Locke, Kant) en la conformación de nación, economía de mercado, república, individualidad urbana, y de la ciencia sobre filosofía.

En lo referido a la era posmoderna (Nietzche, Heidegger), hay un enfoque que privilegia la racionalidad comunal, la construcción social y el lenguaje como acción.
A finales del siglo XVIII se gesta la disciplina llamada ADMINISTRACIÓN, aunque su inicio teórico es en el siglo XIX.
En el siglo XX aparecen distintos modelos administrativos:

Cómo conciben a la organización estos modelos administrativos.
1. Enfoque burocrático, clásica y científica (Weber, Farol y Taylor, respectivamente). Sistema cerrado, mecánico y racional.
2. Enfoque humanista (Mayo). Organización como sistema natural, orgánico y parcialmente abierto.
3. Enfoque de gestión (Deming, Juran, Lapassade, Larou). Proponen un modelo participativo de la organización dentro de un sistema abierto. Consideran las variables situacionales del medio externo y hablan de conceptos como adaptabilidad y efectividad política.
4. Enfoque culturalista (Cunningham).Organización como un sistema holístico e interaccional, considerando conceptos tales como acción humana crítica, contradicción y totalidad, todo ello a la luz de la pertinencia cultural.



Etapas de la administración desde el contexto mexicano (Ibarra Colado, UAM):

1. Adopción acrítica de programas estadounidenses (1943-1970)
2. Imitación de libros de texto e investigaciones (1965-1980), nuevamente, de autores estadounidenses.
3. Formulación de propuestas teórico-metodológicas propias (1981-1998).

Por otro lado, el concepto de GESTION es más reciente, y se concibe en el mismo desarrollo de la administración. Se le caracteriza como un modelo barroco, de síntesis, es decir entre la modernidad y la posmodernidad.

Dos tendencias han cambiado la forma de dirigir las organizaciones (después de la década de los setentas):
o Escuela efectiva
o Administración Educativa

GESTION Y SUJETO

GESTION la define el presente documento como “un modelo administrativo participativo e integral que aplicado a las instituciones tiene como finalidad su transformación, y que se concreta en la construcción de proyectos institucionales”.
De suma importancia aparece en este concepto la participación y reconocimiento del sujeto, como elemento central de toda institución.
El modelo de gestión solo puede existir si en él se da “la participación del sujeto en los procesos de planeación, organización, dirección, evaluación, toma de decisiones, solución de conflictos, definición e identificación de retos y oportunidades de desarrollo estratégico de toda organización educativa”.
El individuo puede transformarse en sujeto en función del Otro como sujeto que también trabaja, a su manera, para combinar una memoria cultural con un proyecto instrumental.
El enfoque de gestión propone formar en toda organización educativa, una cultura de “formación de sujetos”, con una actitud de apertura y flexibilidad.
La gestión constituye un modo de acción política, de la formación de estructuras sociales, de estrategias y vínculos entre actores sociales.
Haciendo referencia al actual estado mexicano, la política educativa busca el logro de una educación de calidad, y tal finalidad es posible a través de de prácticas de gestión educativa, donde los actores de la misma participan con sus saberes, pero también con su subjetividad, buscando un objetivo en común.
Según propuesta de V. Cantón, la gestión educativa está caracterizada por la confluencia de conceptos como práctica, experiencia, diversidad y heterogeneidad, conceptos que constituyen al sujeto. Por lo tanto la gestión educativa “es el espacio de construcción del horizonte simbólico a través del diálogo intersubjetivo”.

Trabajar un modelo de gestión escolar con esta conceptualización del sujeto, rompe con el esquema tradicional. Y sin embargo no implica transgredir la norma, sino trabajar con ella a partir del reconocimiento de la diferencia de los sujetos.
La idea anterior se apoya en la teoría de M. Focault, al aseverar que “el poder está en el núcleo mismo del sujeto”, en cada una de sus prácticas e interacciones, y opera cuando participa de las normas sociales.
Como enfoque teórico de las Ciencias Sociales se encuentra el Psicoanálisis, ya que plantea que ser semejante no significa ser igual.
La calidad educativa pues, debe ser estudiada desde los marcos de referencia de la filosofía de la educación, que es donde se le concibe como una relación dialéctica, en la cual interviene un grupo de sujetos a fin de llegar a la formación de sus potencialidades.
Se trata asimismo de comprender que un modelo de gestión educativa debe dar a los sujetos que conforman esa organización, la posibilidad de ser creador de su propia acción personal y profesional, dentro de un proyecto en común. Cuando el sujeto es reconocido como tal por el otro, es cuando tiene la posibilidad de desplegar su creatividad para insertarla en la colectividad, es decir, ser actor y autor en la construcción de objetivos en común. Bajo estas condiciones puede darse asimismo la innovación y libertad

La realidad hoy en día de muchas organizaciones es que no reconocen esa parte esencial del sujeto, y da como resultado una mera reproducción de un sistema llamado educativo nacional.

LA TRANSFORMACION DE LA GESTION EDUCATIVA. ENTRE EL CONFLICTO Y EL PODER.
Lya Sañudo.

Este apartado presenta las investigaciones en lo que sucede ante el poder que se ejerce en la gestión o a través de la gestión, y las situaciones de conflicto a partir de las cuales se realiza o transforma la organización de la institución educativa.
Tres son los factores que de forma recurrente se presentan en las organizaciones mexicanas:
1. La transformación de la gestión. Aquí nos encontramos que nuevamente se le confunda a la gestión con administración, y se pretende medir en función de parámetros de eficacia. Sin embargo, “comprender la vida de la escuela supone un propósito bien diferente y bastante más complejo e incierto que pretender especificar los factores organizativos que determinan su funcionamiento eficaz”(Pérez Gómez, 1988:147). No pueden darse las condiciones de una precisión mecánica, ya que son los sujetos y sus interpretaciones quienes intervienen en las propias acciones y éstas pueden alejarse de la propuesta inicial. Las acciones son siempre cuestionables, conflictivas y llenas de incertidumbre. La calidad educativa por lo tanto, tiene que ver con el valor educativo de los procesos (Carr, 1996). “En este sentido, la gestión es la forma en que se organizan las interacciones afectivas, sociales y académicas de los individuos que son actores de los complejos procesos educativos y que constituyen la institución para lograr el propósito formativo de los individuos y de los colectivos”. La gestión implica también la transformación permanente de normas, estructuras y estrategias de interacción.

2. Otro de los factores de las organizaciones es el poder, redefinido éste de manera alterna al autoritarismo, y cuando se plantea una gestión no autoritaria, plural y compleja, aparece:

3. El conflicto, necesario para la propia transformación



EL PODER DE LA GESTION.
La concepción de poder está cambiando, ya que la gestión implica una actitud que propicie el intercambio, la cooperación y el respeto a la diversidad. El poder integra las divergencias individuales (Etkin y Schvarstein, 1997).
A continuación, las propuestas de dichos autores en relación a las características de un poder cogestor:
1. Asimetría de relaciones, que habla de que los actores de las organizaciones se encuentran en diferentes posiciones en cuanto al flujo de las acciones de esta, y que existen diferencias de autoridad entre unos u otros.
2. Resistencias en el vínculo, referidas al establecimiento de límites.
3. Efecto transformador. Este es el factor que identifica al poder con factores educativos, donde se da la permanente transformación (factores que a su vez aparecen: la resistencia y el conflicto).
4. Intencionalidad en el ejercicio. Existen intenciones explícitas, tanto de los propósitos curriculares como de las intenciones personales.
5. Deseo de reconocimiento. Nos habla de la importancia de reconocer la productividad de los actores de la organización (satisfacción personal).
6. Representaciones simbólicas, como elementos de la cultura: uso de los espacios y mobiliario que refuercen hacer creíble el ejercicio del poder por parte del colectivo.
7. Lenguaje específico, en dos sentidos: como vehículo de poder por un lado, y de pertenencia e integración del colectivo.
8. Efectos localizados. Autorregulación a partir de estrategias y no de programas.
9. Funciones productivas, que propicien soluciones productivas de conflictos.
10. Integración con el saber. “El poder tiene la facultad de crear y recrear el conocimiento de la realidad organizacional para los actores que participan en las relaciones de fuerza”.
11. Bases de legitimación. En un poder cogestivo, quien ejerce la autoridad lo hace a través de un verdadero liderazgo, que lo legitima y legitima a quienes participan.
En un poder cogestivo se encuentran presentes necesidades personales y de legitimación, siendo así que aparece la resistencia de quienes se encuentran en ella, y en consecuencia el conflicto, este último necesario para todo proceso de transformación.

EL CONFLICTO EN LA GESTIÓN.
El conflicto, dicho nuevamente, necesario en todo proceso de transformación, puede ser positivo o negativo según su manejo. “En una institución educativa, no compartir el proyecto que se desarrolla y no ser parte activa e integrante del mismo provoca conflicto. Una adecuada gestión evita que este llegue a niveles de violencia o destrucción.
Una de las tareas que se tiene es detectarlo a tiempo, y a partir de ahí, actuar con rapidez. No actuar de forma pertinente puede llevar a sentimientos de frustración de los actores de la organización. Según Fidas (1998), pueden existir los siguientes errores en el manejo de conflictos:
o Información pobre o inexacta del contexto.
o Insuficiente voluntad de los involucrados.
o Indecisión o retraso a la hora de decidir.
o Miedo a tomar medidas.
o Insuficientes medidas estructurales.
o Poco interés en las opiniones de los actores y poco entendimiento del ejercicio del poder.
o Insuficiente coordinación de acciones
o Considerar las estrategias como definitivas, sin considerar la incertidumbre.
o Colaborar para agravar el conflicto y no para solucionarlo.
o Estar a favor de que alguien “gane”, sin considerar la negociación.

En contraparte, a continuación las posibles estrategias para un manejo adecuado de los mismos:
o Resolución de conflictos. Entender cómo éstos empiezan y terminan, buscar una convergencia entre los actores.
o Gestión de conflictos. Implica no librarse de él, sino en limitar las consecuencias destructivas, realinear las divergencias.
o Transformación del conflicto. Considerar a éste como una creación natural de las relaciones humanas, y como un componente para la construcción y reconstrucción transformativa humana, individual y del colectivo.

Las técnicas de negociación más conocidas son: Negociación, conciliación, arbitraje y mediación.

NUEVAS TENDENCIAS EN LA GESTIÓN EDUCATIVA: DEMOCRACIA Y CALIDAD.
Benno Sander

En el presente artículo, el autor pretende analizar los esfuerzos de construcción y reconstrucción del conocimiento científico y tecnológico en el campo de la administración escolar y universitaria en América Latina, y parte de un reconocimiento de que los problemas que hoy se enfrentan en este ámbito, tienen su explicación en torno a las fuerzas económicas, políticas y culturales en el interior de cada nación, y en el ámbito de sus relaciones de interdependencia internacional.

LA GESTIÓN ADMINISTRATIVA SEGÚN UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA.
La gestión educativa en América Latina se debe examinar desde el ámbito de su historia política y cultural. La administración de la educación ha tenido un largo proceso de construcción histórica, de la cual todos somos parte, y que seguimos creando.

Su proceso de construcción.
Se presentan a continuación cinco etapas correspondientes a cinco enfoques conceptuales y analíticos para estudiar el proceso de construcción, reconstrucción y reconstrucción del conocimiento en la administración de la educación Latinoamericana y estos son:

1. Enfoque jurídico. Aparece en el periodo colonial y está presente el carácter normativo y su pensamiento deductivo.
2. Enfoque tecnocrático. Escuela clásica de administración (inicios del siglo XX), caracterizado por la lógica económica del proceso de consolidación de la Revolución Industrial.
3. Enfoque conductista. Escuela psicosociológica de los años 30 y 40, caracterizada por la utilización de la teoría del sistema social en la organización y gestión de la educación.
4. Enfoque desarrollista. Enfoque modernizador de autores extranjeros (teoría política comparada) en el periodo de la posguerra.
5. Enfoque sociológico, de autores latinoamericanos de las últimas décadas, caracterizado por la concepción de teorías sociológicas y soluciones educativas de América Latina.


EN BUSCA DE NUEVOS CONOCIMIENTOS.
Se observa que hoy, como en el pasado, “los estudios y experiencias en el campo de la administración de la educación se insertan en el movimiento general de las ciencias sociales y políticas. En la administración escolar y universitaria se reconoce la importancia de la calidad de la gestión y de sus procesos y servicios. Sin embargo, no existe consenso sobre la naturaleza de la calidad y de sus estrategias de aplicación en distintas especialidades del quehacer humano”.
El ensayo del presente autor analiza desde una postura ética, la naturaleza de la educación y de la calidad de educación, así como de la aplicación de conceptos de participación y democracia en los diferentes enfoques adoptados en la administración de las actuales escuelas y universidades.

La realidad muestra que en las organizaciones donde se ejerce una administración tecnoburocrática (enfoque positivista y funcionalista) tiene componentes autoritarios y como tal, limita el espacio para la promoción de la libertad individual y la equidad social. Su carácter normativo y jerárquico inhibe la creatividad y dificulta la participación ciudadana. “A pesar de que favorezca la adopción formal de la democracia política, inhibe la práctica efectiva de la democracia social”.

En contraparte, en las décadas de los setenta y ochenta aparece una corriente intelectual liderada por teóricos críticos en el ámbito educativo, dando origen a la teoría crítica de la educación y de gestión educativa (Paulo Freire).
La aplicación de propuestas efectivas de acción sigue siendo uno de los grandes retos hoy en día, y es desde un enfoque intelectual abierto, capaz de identificar las contribuciones y limitaciones de las distintas perspectivas de gestión educativa, como se podrán superar los obstáculos para alcanzar la calidad en la educación.
El autor propone que la estrategia más efectiva es la participación ciudadana, concebida como un derecho y deber de todo integrante de toda comunidad democrática.

NUEVOS DESAFÍOS EN LA GESTIÓN EDUCATIVA: DEMOCRACIA Y CALIDAD.

En este apartado, el autor presenta los desafíos conceptuales y analíticos en el campo de la administración pública y la gestión educativa en el contexto del nuevo orden económico y político internacional. Uno de estos es la gestión democrática para una educación de calidad para todos.
Para entender este desafío, es necesario analizar las acciones que llevaron a cabo los países en la etapa de la posguerra, al implementar planes de ajuste económicos para enfrentar crisis de la deuda externa e inflación interna. Se presenta la tendencia a la privatización.
En especial en el sector público, se recurre a las teorías administrativas de eficiencia (Taylor y Emerson), no consiguiendo los resultados esperados.
En un intento por superar esto, aparece en la década de los noventa, el enfoque del llamado “gerencialismo con rostro humano en la administración del Estado”, aplicando el modelo de calidad total.
Sin embargo hay una falta de definición respecto a su utilización en las diversas organizaciones sociales en función de la variedad de servicios, de fines y de intereses creados.
Una vez mas, este modelo de administración no aplica en las organizaciones educativas, donde es de vital importancia la participación ciudadana. No es factible medir la calidad bajo este modelo administrativo.
“En el sector público no hay clientes o consumidores, hay ciudadanos con deberes y derechos”.

Para poder abordar correctamente el tema de la calidad en la administración de la educación es rescatar la especificidad de la educación y la naturaleza peculiar de la calidad de la educación. Debe tenerse como aspecto central que la función de la escuela y la universidad es la educación, definida “como instancia de construcción y distribución del conocimiento socialmente válido y culturalmente relevante para la ciudadanía”.
La educación pues, puede valorarse en términos políticos y académicos:
Calidad política. En cuanto a su capacidad de alcanzar los fines y objetivos políticos y culturales de la sociedad.
Calidad académica. Definida por el nivel de eficiencia y eficacia de los métodos y tecnologías utilizados en el proceso educativo.

También es posible valorar la educación en términos individuales y colectivos:
Individuales. En cuanto a que permite el desarrollo de la libertad subjetiva y del interés personal.
Colectivos. En cuanto a la promoción de la equidad social y del bien común.

Existen propuestas pedagógicas latinoamericanas que proponen la elaboración de estrategias que combinen calidad política, excelencia académica, eficiencia organizativa y democratización de la educación. (Tudesco, Juan Carlos).
Otros autores dignos de mencionarse bajo esta propuesta son Aguerrondo, Braslavsky y Tiramonti, Frigerio y Poggi, y Silvia Schmelkes.

Calidad de educación para todos es el consenso político-pedagógico de alcance internacional adoptado por los gobiernos hoy en día. México, al igual que otros países latinoamericanos, entre ellos Brasil, al firmar la Declaración Mundial de Educación para Todos, asumió el compromiso de desarrollar un plan decenal para la universalización de una educación básica de calidad.

Es necesario pues, el reconocimiento de que la administración tradicional (cerrada y jerárquica) debe dar paso a una gestión horizontal, “con la utilización progresiva de redes interactivas de organización y administración que facilitan la acción cooperativa y la comunicación interna y externa”.
A su vez es necesaria la descentralización de la administración para una gestión nivel escuela y universidad.
“Las nuevas perspectivas de administración de la educación valoran, simultáneamente, la calidad de los insumos, de los procesos administrativos y laborales y de sus resultados, en base a un sistema de evaluación cualitativa permanente que abarca a todos los participantes y beneficiarios a lo largo del proceso de gestión”.

La calidad de la educación requiere un ambiente cualitativo de trabajo, mediante la institucionalización de conceptos y prácticas técnicas y administrativas, capaces de promover la formación humana sostenible y la calidad de vida de estudiantes, profesores y funcionarios técnico-administrativos.

Es necesario de igual manera, concebir de forma articulada los procedimientos administrativos, los procesos técnicos y la misión de las instituciones educativas, todo esto encaminado al logro de la calidad de la educación.

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